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PRIORAT D.O.Ca.

Nuevamente, nuestro amigo  y colaborador Josep Baeta i Ferrer, Presidente de la Asociación de Sommeliers de Barcelona nos envía este artículo sobre la DOCa Priorat, quien mejor que Josep para darnos un breve panorama de esta singular región.

PO´w.


De todas las denominaciones de origen españolas, quizás la más singular, sea el Priorat. La razón de tal afirmación, subjetiva por supuesto, no cuestiona ni compara calidad ni fama de sus vinos a opinión del que suscribe excepcional y ampliamente merecida, si no que intenta definir de algún modo un conjunto de circunstancias geológicas, climáticas e históricas que hacen que esta denominación de origen catalana sea, cuando menos, especial.

Geológicamente, es posiblemente la única que pueda presumir de tener una uniformidad de suelos, prácticamente se puede afirmar que su delimitación geográfica responde a tal argumento. Están compuestos prácticamente en su totalidad por rocas pizarrosas, que se convierten en su principal distintivo,  las llamadas “licorellas”.  Dispuestas en una orografía agreste que recibe al viajero por desfiladeros y empinadas laderas que imposibilitan cualquier otro cultivo que no sean viñedos, olivos o almendros, aferrados en cinceladas e imposibles terrazas, la mayoría de ellas ya abandonados dada la dificultad de su laboreo, pero que deleitan su visión y evocan esas épocas pasadas en que hombres y cultivos luchaban unidos contra la inclemencia de los elementos y la escasa fertilidad de la roca, para extraer un néctar que, en forma de vino o aceite, no han encontrado el reconocimiento internacional hasta finales del siglo XX, para muchos de ellos, desgraciadamente demasiado tarde.

Paralelamente a la admiración de tan hermoso y melancólico paisaje, con la simple observación de los números que arroja la estadística, el lector puede hacerse una clara idea de por que razón el autor cataloga dicha denominación de origen como singular; su extensión geográfica, abarca nueve municipios completos y algunas docenas de parcelas situadas en la parte norte de Falset. En el año 2008 contaba con 1.767,08  hectáreas de viñedo que sustentaban las raíces de 5.026.949 cepas, buen número de ellas centenarias, cuyas reinas indiscutibles son la garnacha con 1.980.645 vides y la cariñena con 1.029.082. La totalidad de estos viñedos produjeron 4.795.721 kg de uva, un promedio de 954 gramos de uva por cepa, que fueron recolectados por 567 pequeños  viticultores y elaborados por 84 bodegas.

Muy distinto fue el panorama que encontraron los redescubridores del Priorat a su llegada a esos parajes en la década de los 80, aún siendo famosos y ampliamente conocidos por su potencia y extracción, los vinos aquí producidos eran más utilizados para dar vigor, color y grado alcohólico a caldos de otras zonas, que embotellados para el deleite de los amantes del buen vino. Los métodos de vinificación, tampoco ayudaban mucho, pues se carecían de medios tecnológicos suficientes para obtener la finura y elegancia que actualmente los caracteriza, pues en esas épocas se primaba la cantidad más que la calidad y en los descritos suelos tal fin era poco menos que imposible, empujando a los viticultores a la ruina y abandono de sus, ahora, preciados viñedos.

Fue a finales de los 70 cuando René Barbier, descendiente de una reconocida familia de viticultores  y bodegueros adquirió una pequeña parcela en Gratallops, y, junto con algunos amigos Carlos Pastrana,  José Luis Pérez  y Dafne Glorian, a los que posteriormente se unió Álvaro Palacios, iniciaron una aventura con más tintes bohemios que mercantiles. Sus sistemas de elaboración fueron más parecidos a los borgoñones que a los tradicionales de la época, trabajando con ahínco la expresión del terruño y las variedades, de tal modo que los resultados aparecieron de un modo tan exitoso como inesperado; empezando por la buena acogida por parte de la critica norteamericana y que encontró, quizás, su punto culminante cuando en una subasta en la sala  Christie’s de Nueva York, se subasto en enero de 1999 una botella de la Ermita de Álvaro palacios por 68.000 pesetas de la época, cuando el litro de vino apenas se pagaba a 100.

Siguieron sus caminos paralelos poniendo en el mercado los primeros grandes vinos del Priorat,  Clos de l’Obac de Carlos Pastrana, Clos Mogador de René Barbier, Clos Erasmus de Dafne Glorian, Clos Martinet y Cims de Porrera de José Luis Perez y finalmente el quizás mas conocido de todos ellos la Ermita de Alvaro Palacios.

Todos ellos han logrado grandes triunfos y amplio reconocimiento, Clos Mogador ha sido el primero en obtener la calificación de vino de Finca, Clos Erasmus estar entre los primeros cinco vinos españoles en obtrener 100 puntos sobre 100 por Parker, José Luís Perez, logró aunque no sea un reconocimiento personal cuantificable, que el precio de la uva de calidad del Priorato se pagara hasta 10 veces más, con lo que queda en su haber que muchos de los viñedos condenados al olvido por baja productividad en la zona de Porrera, estén en estos momentos produciendo vinos que adornan las vinotecas más exigentes del mundo, y quizás, parte del mérito que representa que se haya doblado la producción de uva en los últimos ocho años lleve su apellido.

Es sin duda La Ermita de Álvaro Palacios, el más joven de los cinco, el que se ha convertido, por meritos propios, en el icono del nuevo Priorat, vino tinto de excepcional calidad, proveniente de la viña del mismo nombre en la pequeña y casi olvidada hasta esta década Gratallops. Uno de los puntales de su singularidad es la longevidad y complejidad que alcanzan las garnachas que la componen, obtenidas de las poco menos de 3 hectáreas de un terruño pobre y estéril  de licorellas, fuerte pendiente y cepas viejísimas que garantizan bajísimos rendimientos y excepcional extracción.

La traducción en la copa, es, después de madurado en barricas nuevas de Roble, un vino, complejo, elegante, largo y expresivo, que cosecha calificaciones superiores a 95 puntos sobre 100 en todas las guías y críticas, y del que no es fácil conseguir una de las escasas 3.000 botellas que se elaboran anualmente.

Sin embargo, es posible encontrar en el mercado mexicano, grandes vinos a precios muy razonables dadas las circunstancias de dificultad en la obtención de materia prima.

Un servidor destacaría entre ellos, Solanes, elaborado por Adrià Pérez, que combina la expresión y el poderío del priorat con el toque característico que sabe darle la familia Pérez a sus vinos, finura y elegancia, al igual que Martinet Brú que elabora su hermana Sara. Ambos vinos hermanos menores de Cims de Porrera y Clos Martinet respectivamente y herederos del buen hacer de José Luis Pérez, en opinión del que suscribe uno de los pilares, no solo del renacimiento del Priorat sinó de la viticultura moderna en España.

Josep Baeta i ferrer / Presidente de la Asociación de Sommeliers de Barcelona.


EL SOMMELIER DICE…

LAS SIETE PREGUNTAS MÁS COMUNES SOBRE EL VINO
¿QUÉ ES UN BUEN VINO?

Esta es probablemente la pregunta que hacen con más frecuencia los clientes en las tiendas de vinos. Cuando hacen esta pregunta generalmente lo que quieren decir: “Por favor, recomiéndeme un buen vino”, a lo cual el minorista responderá con un montón de preguntas:

• ¿Prefiere vinos tintos o blancos?
• ¿Cuánto quiere pagar por una botella?
• ¿Piensa servir el vino con algún platillo en particular?

En toda tienda de vinos hay centenares de buenos vinos (hace veinte o treinta años eran muchos menos) pero el saber en materia de cómo hacer vino o como cultivar uvas ha progresado espectacularmente hasta el punto de que hoy hay muy pocos vinos malos (especialmente en las tiendas especializadas en vinos), sin embargo no necesariamente le van a gustar a usted todos.

No hay ningún modo de soslayar el hecho de que el gusto es personal. Si quieres probar el buen vino que te convenga, tienes que decidir cuales pueden ser las características de ese vino.

¿CUÁNDO DEBO DE TOMAR ESTE VINO?

Los minoristas de vinos escuchan esta pregunta con frecuencia, la respuesta puede desilusionar a muchos clientes que creen estar comprando, no una botella de una bebida, sino un producto especial y precioso. La respuesta para la mayoría de los vino, es “Ahora en cualquier momento”.

En su gran mayoría los vinos están listos para tomar cuando se compran. Algunos pueden mejorar marginalmente si los guardas un año, dos o más (y muchos mantendrán su buen estado), pero no mejorarán lo suficiente para que lo notes, a menos que seas un catador muy cuidadoso y de mucha experiencia.

¿EL VINO ENGORDA?

Una copa de vino seco contiene un 85 por ciento de agua, un 12 por ciento de alcohol etílico y pequeñas cantidades de ácido tartárico y varios otros componentes. “El vino no contiene grasa”.

Una copa de cuatro onzas de vino blanco seco tiene cerca de 104 calorías y, si es tinto, tiene cerca de 110 calorías. Los vinos más dulces contienen más o menos diez por ciento más de calorías, según lo dulces que sean; los vinos fortificados que son más altos en alcohol que los de mesa, contienen también más calorías a causa del alcohol más alto.

El vino contienen varios minerales y vitaminas, incluso vitamina B, Yodo, Hierro, Magnesio, Zinc, Cobre, Calcio y Fósforo.

¿DE QUE VARIEDAD ESTÁ HECHO ESTE VINO?

Hoy día, muchos dicen de que uva están hechos, en la etiqueta de enfrente (a menudo es el propio nombre del vino) o en la etiqueta de atrás. Los vinos Europeos tradicionalmente mezclados de distintas variedades generalmente no dan esa información:

A) Porque los productores consideran más importante el nombre del lugar que el de las uvas,

B) Porque las uvas que usan son de variedades locales cuyos nombre pocos reconocerían.

Si quieres realmente saber que variedades de uva se utilizan en un Soave, Valpolicella, Cotes Du Rhone, Chateauneuf Du Pape o cualquier otro vino europeo tendrás que buscarlo o preguntarle al experto de las tiendas especialistas de vinos.

¿QUÉ ES UN EXPERTO EN VINOS?

Un experto en vinos es alguien que tiene un alto nivel de conocimiento sobre el vino en general (incluyendo el cultivo del vino y la producción) y sobre los distintos vinos del mundo. Un experto en vinos tiene que tener un alto grado de capacidad para degustar (catar) el vino, hay que estudiar, forjarse una trayectoria, pero sobretodo hay que tener credibilidad y experiencia de trabajo en el ramo. En muchos casos, los “expertos” en vino llegan a serlo mediante estudios no formales,  o como simples aficionados.

¿CUÁL ES ESE NOMBRE RARO PARA EL ESTUDIO DEL VINO?

Es enología, que es el estudio del vino (en la producción) y enólogo es alguien que ha estudiado lo referente a la producción del vino.
Los amantes del vino pueden llamarse así mismos, Enófilos, pero raramente lo hacen porque son demasiado realistas para usar ese lenguaje rebuscado, personalmente considero que ese lenguaje rebuscado del vino hay que hacerlo más coloquial, menos complicado.

¿EL VINO ES SÓLO PARA LOS EXPERTOS?

El vino incluye tanta información detallada (vendimias, productores, técnicas de producción, etc) que hay suficiente materia para que los expertos se zambullan en ella hasta la coronilla.

Pero el vino no es sólo para los expertos, el vino es para cualquiera que le guste el sabor del vino. El vino es una bebida común y corriente, es jugo de uvas (mosto) fermentado, producto de un proceso natural sencillo.

La próxima vez que te preocupes porque tal vez no sabes lo suficiente para ser un amante del vino, piensa en esto; si la gente que está en el negocio del vino no contaran sino con los expertos para que se tomaran sus vinos, ya habrían quebrado desde hace mucho tiempo.


EL ENÓLOGO DICE…La Garnacha, mi amiga de la infancia.

La Garnacha, amiga de mi infancia.

Bañados por las aguas del rio Jalón, se vislumbran campos de frutales abrigados por las suaves colinas de yesos blancos, tierras fértiles para la labor, trabajadas incansablemente para la producción de frutas internacionalmente reconocidas, allá donde el Jalón deja de dar sus aportes anuales de nutrientes, tan necesarios para la fruticultura y la huerta del día a día, se encuentra esa tierra aparentemente muerta, es la llamada depresión del Ebro, tildado como el Reino de la Garnacha tinta, famosos por sus caldos de color sutil provenientes del mar de viejas vides que salpican las laderas anexas a los pueblos de esta comarca.  El Campo de Borja, conocida ahora en todo el mundo, por ese vino, que en los lustros pasados era despreciado por su rudeza, inevitable alma del amado Tempranillo y hoy gracias a navarros y catalanes con sus rosados florales de Garnacha, a los amables vinos de la antigua Bibilis, a los laboriosos Riojas y cómo no, a los vinos portentosos del Priorat, donde es la indiscutible reina.

Dicen los estudiosos, que su origen es aragonés, y dicen los aragoneses, que para eso no hay que estudiar… desde que se tiene memoria siempre estuvo ligada a las familias y haciendas de las comarcas del Jalón,  Huecha, o de Calatayud y también en Cariñena donde no era tan común, compitiendo y enamorada a su vez de la uva homónima más conocida en La Rioja como Mazuelo o Carignan por los franceses, donde por supuesto también se le cambio el nombre a nuestra uva, los gabachos la llaman Grenache Noir,  largamente difundida por todo el  norte del Pirineo y costa mediterránea, siendo base  de los principales caldos del LanguedocRoussillon y de la Provence.

Vinos de marcado carácter alcohólico, agradecido por los labradores que en sus botas (recipiente elaborado en piel) lo transportan, por los amigos en las reuniones alrededor del porrón o por los infantes que lo toman como mistela, de cualquier modo es buena compañera de los largos inviernos de estas regiones.

En cada país, los del lugar se buscan las maneras de darle forma, según necesidades  o costumbres de los locales; en Navarra la prefieren rosada y fresca, bien acompañada de los frutos de su incansable huerta; en Aragón, intensa y fragante,  siempre al lado de la fogata y el ternasco; en Cataluña amable y larga en compañía del buen pan tumaca y el rico fuet…  sea por el trabajo del viñador o por las tierras que la parieron, sea por el bodeguero o por la madera, cual sea la razón, siempre aporta una sonrisa a quien la descubre, pues nunca defrauda al comensal.

Mi amiga la Garnacha se hizo viajera, ya la frontera del norte se le hizo chica, ahora también quiso descubrir las Américas, y no le fue nada mal… las Californias, gringa o mexicana, son las nuevas cunas de la Garnacha, donde sus nuevos apreciadores se sorprenden por sus cualidades sensoriales, por su frescura y aporte de matices a los vinos del nuevo mundo, métodos innovadores a los que no está acostumbrada le están dando nuevas alas a la Garnacha, por todos los rincones de México se empieza a hablar de esta variedad ancestral del noreste español y sureste francés, donde sus  nuevos amigos platican de sus bondades , la Garnacha se sonroja… y los Mexicanos se ríen, por su asociación con el famoso platillo… sea como sea, siempre da alegrías.

Eno.  Joao D. Cavaco.


EL Sommelier Dice…DIGNUS ONE

Hace apenas unos días concretamos el proceso de importación de los vinos Dignus One, esta bodega Californiana está incursionando al mercado mexicano con vinos de muy alta calidad, hemos importado 3 diferentes etiquetas (Cabernet Sauvignon, Syrah, Malbec).

Los vinos de Dignus One han sido elaborados con uvas  que provienen del AVA Sierra Foothills al norte de Sacramento CA en el condado de Grass Valley de un viñedo a 1102 pies (335 mt) sobre el nivel del mar a 110 millas (177 km) al noreste de San Francisco, CA, 70 millas (110 km) al noreste de Napa, CA.

Toda la cosecha se hizo entre las 1:00 y 8:00 AM en septiembre 2006 (varían los días dependiendo de cada variedad)

El Enólogo supervisor de las fermentaciones es Derek Irwin.

El Assemblage (corte) de los vinos fue realizado en Agosto 2008 por Alberto Antonini y José Ignacio Montemayor dejando estabilizar los vinos por 6 meses en tanques de acero inoxidable. Posteriormente parason 24 meses en barrica y 12 meses en botella.

El embotellado se realizó en febrero 2009 y se ha dejado madurar en botella antes de salir a la venta para lograr entregar al cliente un vino en su máximo nivel de expresión y calidad organoléptica.

La cosecha 2006 es la primera liberación de Dignus One. Actualmente está embotellado el 2007 que estará en maduración en botella hasta agosto 2011. Fecha en que se hará el embotellado de la cosecha 2008. Los vinos de la cosecha 2009 continúan en barricas en su proceso de maduración.

Esta primera importacón consta de 156 cajas (44 de Syrah, 56 de Cabernet Sauv. y 56 de Malbec) 1,872 botellas en total las cuales ya han empezado a comercializarce en distintas ciudades del país.

Ya puedes realizar tus pedidos a través de esta página, o bien escribiendo directamente a las siguientes direcciones de correo electrónico:

[email protected]

[email protected]

El precio unitario por botella es de $ 440.00


EL SOMMELIER DICE…

“La importancia de las copas “

Si estas tomando vino como bebida para acompañar a un platillo y no le estas poniendo mucha atención al vino mientras se toma, probablemente la copa que uses no importa en lo mínimo. Pero si tienes un buen vino, en una ocasión especial, con amigos que son amantes del vino o invitaste a tu jefe a comer, entonces las copas juegan un papel muy importante. Y no solo es una cuestión de etiqueta y status: “El buen vino sabe mejor en buenas copas”. Realmente.

La importancia de las copas es como los aparatos de música, cualquier aparato de sonido viejo te lleva la música a los oídos, lo mismo que cualquier copa te lleva el vino a los labios. Pero ¿No aprecias el sonido mucho mejor, desde el punto de vista estético y emocional, cuando viene de buenos equipos? El mismo principio se aplica con el vino y las copas. Se aprecia mejor el sabor y el aroma del vino en todas sus complejidades en una copa de buena calidad. “El medio es el mensaje”.

Las copas de vino deben de ser claras y transparentes, esas copas de colores o grabadas se ven muy bien en el escaparate de cristal que se encuentra en la sala de muchas casas, pero estropean la capacidad de distinguir los verdaderos colores de los vinos.

Créalo o no, el sabor de un vino cambia cuando se toman en tipos distintos de copa. Los aspectos más importantes de una copa son:

• Tamaño.
• La forma y
• El grosor del cristal de que está hecha.
Tanto para el vino tinto como blanco esas copas que generalmente se venden en tiendas de autoservicio son muy incomodas ya que no se puede darle vuelta al vino en esas copas pequeñas sin derramarlo, lo cual hace casi imposible  apreciar la nariz del vino. Y, por otra parte, ¿Quién quiere molestarse de seguido volviéndolas a llenar?. Las copas deben de ser grandes y amplias para poder apreciar el aroma del vino en todo su esplendor así, como para poder agitarlo libremente. Esas copas pequeñas que generalmente nos ponen en la mesa pueden servir bien para vino de postre o jerez, que tienen aromas fuertes y que se beben en cantidades menores que los vinos de mesa.
• Para los vinos tintos, la copa debe tener una capacidad mínima de 12 onzas, muchas de las mejores copas tienen una capacidad de 16 onzas o más.
• Para los vinos blancos, de 10 a 12 onzas debe ser la capacidad mínima.
• Para los vinos espumosos, una capacidad que vaya de 8 a 12 onzas está muy bien; en materia de copas de vino, usualmente, entre más grande mejor.
Respecto al grosor, las copas de cristal muy delgado cuestan mucho más que las de vidrio grueso normal. Esa es una razón por la cual mucha gente no las usa (y una razón por la cual mucha gente, si). La mejor razón para usar cristal fino es que el vino sabe mejor cuando se toma en él. No se sabe si es que el cristal elegante simplemente hace más elevada la experiencia de tomar vino, o si existe alguna otra razón más científica.

Respecto a la cantidad de cuanto vino servir en una copa, la medida ideal tanto para vinos tintos como blancos es a un tercio de la copa, máximo la mitad. Esto es con el principal objetivo de dejar un margen de seguridad que permita darle vuelta al vino en la copa en forma más libre y amplia para apreciar más sus aromas, además de esta manera también nos ayuda a que el vino tenga una mejor aireación. Por otro lado, para los vinos espumosos o Champaña la medida ideal es a tres cuartos de la copa.

Ciertas formas de copas parecen intensificar los sabores y lo aromas de algunos vinos en particular. Por ejemplo, una copa de forma ovalada que tiene la boca estrecha es ideal para muchos vinos tintos, tales como Burdeos, Chianti, Cabernet Sauvignon, Merlot y Zinfandel. Por otra parte, algunos vinos tintos, como los Borgoñas, Pinot Noir y Barolos, se aprecian mucho mejor en copas más amplias en forma de manzana. El Champaña esta mejor en copas largas (En forma de flauta o trompeta) ya que este tipo de copas conservan las burbujas durante más tiempo.

Que tiene que hacer un amante del vino ¿Comprar copas distintas para cada clase de vino? Por fortuna hay algunas copas para toda clase de vinos blancos y para todos los tintos, que combinan las mejores características de los diferentes tipos de variedad de uva. Una compañía llamada “RIEDEL” hace copas de cristal de todos los tamaños y formas. Riedel es un fabricante Austriaco que se especializa en hacer la copa precisa para cada clase de vino. Riedel ha hecho mucha investigación para descubrir que formas de copa son las que le van mejor a los principales tipos de vino, por ejemplo, el Burdeos, el Borgoña, el Chardonnay, el Champaña, etc.
Mientras más te preocupes por ponerle atención al sabor y al aroma del vino, apreciarás de manera más real y verdadera el vino tomado en una buena copa, así como escuchar una buena música en un buen equipo de sonido.


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